Compilado de poemas de diversos autores agrupados bajo el nombre de Cerdos. Ya desde el prólogo, Carlos Gamerro lo caracteriza diciendo: “lo propio del cerdo es andar en manada, o para ser más precisos, en piara. El cerdo no es individualizable.” Estos poetas anónimos recorren el chiquero de la ciudad posmoderna y la describen, precisando con ágil pluma sus olores nauseabundos, sus estructuras decadentes, sus residuos putrefactos -no siempre biodegradables- , recalcando una y otra vez, como los efectos de tanta estulticia impregna y corrompe las almas de estos animales humanos.
Gito Minore